La “crisis profunda” de la actividad azucarera colmó ayer el despacho del gobernador José Alperovich. Los ejecutivos de las principales empresas de la agroindustria del NOA, entre ellos, algunos empresarios locales, solicitaron al mandatario provincial que busque el respaldo de sus pares de Salta y Jujuy y gestione ante la Nación un aumento del corte de alcohol en naftas, de un 10% actual a un 12%, aunque solo el cupo a base de caña de azúcar -participan también los maiceros-. Es que los referentes empresariales han considerado que la injerencia política, ejercida en este caso en el programa de Bioetanol, podría revertir el actual escenario económico del sector, marcado por la sobreoferta y, por ende, el bajo precio interno del producto, y los altos costos de producción debido a la inflación.
“La conclusión es que necesitamos sí o sí un aumento del corte de dos puntos. Necesitamos, al menos este año, que se destine parte importante (del stock) de la caña a la fabricación de etanol combustible. El gobernador entiende perfectamente el tema y la gravedad de la crisis. Él ya empezó y prometió hacer gestiones con los otros gobernadores para conseguir ese resultado”, dijo Federico Nicholson, de la compañía Ledesma, la mayor productora del país.
Según el empresario, es importante la participación del Estado porque es éste el que define el porcentaje de la mezcla. “La actividad azucarera vive el drama de los precios. Hoy, son los mismos de hace cuatro años, y encima los valores del mercado internacional se han caído a plomo. Ante esas dos cosas, es necesario que se tomen medidas”, enfatizó.
En la Casa de Gobierno se desarrolló ayer una especie de cumbre azucarera, en momentos en que desde los cañaverales resurgieron los fuertes reclamos de los productores cañeros tucumanos, quienes han manifestado una situación de “quebranto” financiero a raíz del derrumbe del precio de la bolsa de 50 kilogramos ($220). Los agricultores vienen reclaman el cumplimiento de las exportaciones y participación en el plan de energía.
“Esto que se está impulsando es para llevar satisfacción a todas las preocupaciones”, enfatizó tras el encuentro Fernando Nebbia, titular del Centro Azucarero Argentino (CAA), en alusión a la protesta de los cañeros. “Resolviendo desde el punto de vista macro, encontramos respuestas a todas las inquietudes (microeconomía)”, añadió.
Previamente, el directivo había remarcado que en el diálogo con Alperovich, la producción de alcohol fue prioridad. “Incrementar el cupo de Bioetanol significa que más azúcar va a ese mercado, y menos al mercado internacional. Entonces, el resultado económico de la operación es bueno”, manifestó.
“El gobernador entiende que hay una solución política a este problema. El sector privado tiene que hacer sus tareas internas, pero el marco en el cual se desenvuelve (la actividad) lo fija una decisión política. Entonces, hay que ir a lo político para cambiar ese cuadro”, agregó.
Alperovich se reunió la semana pasada con la titular de la Secretaria de Energía, Mariana Matranga, y requirió la elevación del porcentaje de mezcla y naftas, ajustado a un 10% a fines del año pasado. En 2014, el sector azucarero fue superado por los rendimientos de las plantas de producción en base a maíz. En ese período, la entrega de la agroindustria del norte alcanzó los 289.000 metros cúbicos (m3) -45% de participación-, frente a los 353.000 m3 de los maiceros -55%-.
“El aumento del corte es buscar un mejor precio, aparte de los excedentes, que sea compensatorio frente a los costos que tienen la producción y fabricación de azúcar”, dijo el ministro de Desarrollo Productivo Jorge Feijóo.
El titular del Centro Azucarero Regional de Tucumán (CART), Julio Colombres, contó que en una reunión previa con Feijóo, se hizo hincapié en la situación de crisis de la actividad; el excedente de azúcar que existe hoy en el mercado, la alta producción que se avisora y los “caminos de salida” de ese remanente.